No puedo juzgar tu sentir, ni puedo reprobar tu intención. Eres libre de desear y de aspirar a conseguirlo. Pero no puedo perdonarte que no tengas siquiera el valor de llamarlo por su nombre.
La sexualidad es una parte fundamental de lo que somos y negarla resulta absurdo. ¿Pero cuál es el bendito problema en reconocerla? ¿Por qué ocultarla debajo de falsas intenciones para esperar que sea aceptada? ¿Qué no tiene derecho a ser querida por ser si misma? . Sabe a cobardía que intentes disfrazarla de un sentimiento que no existe y resulta falta de respeto que me hagas perder mi tiempo contestando una pregunta equivocada.
domingo, 22 de noviembre de 2015
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